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Factoring:¿Necesita Liquidez?  No pierda

Negocios.

 Qué es el Factoring?

El factoring es una herramienta financiera que le permite anticipar el pago de un título valor, generalmente una factura, con el fin de conseguir capital de trabajo. Al hacer factoring, Usted convierte sus cuentas por cobrar en dinero en efectivo, sin afectar su pasivo ni incrementar los índices de endeudamiento financiero, al tiempo que agiliza su ciclo operativo y dinamiza su actividad.

 

Beneficios​ del Factoring

1.Obtener liquidez al instante.

2.Convertir facturas a plazo en operaciones de contado.

3.Apalancar el Balance sin generar pasivos financieros.

4.Disponer de fondos sin largos procesos de evaluación.

5.Liberar cupos de crédito para inversiones a largo plazo.

6.Obtener descuentos por pronto pago.

7.Aumentar el capital de trabajo.

8.Eliminar altos costos financieros por sobregiros y Créditos extrabancarios.​​​​​​

 

Asi Funciona.

Factoring transforme su cartera en efectivo.Para las medianas y pequeñas empresas es común enfrentarse
a problemas financieros como el alto porcentaje
de financiación que cobran las entidades bancarias
y con ellas, el alargamiento de los ciclos de cobro y en
general, la falta de liquidez inmediata o capital de trabajo
para continuar con su producción.
Lo anterior constituye una amenaza para lograr liquidez
en una compañía, por lo que se hace necesaria la búsqueda
de diferentes opciones de financiamiento y una
de ellas es el Factoraje (factoring), un medio para prevenir
y controlar dichas dificultades, diferente al crédito
bancario y extrabancario, al que acuden actualmente las
firmas para solucionar sus problemas de liquidez.

Cómo Opera el Factoring
El concepto de factoring explica una
modalidad de financiamiento soportado
en un contrato mediante el
cual una empresa (emisor o factorado)
vende a un tercero (factor) sus
facturas o cartera con una tasa de
descuento acordada entre las partes,
convirtiendo las ventas a corto plazo
en ventas al contado, dicho de otro
modo, las facturas de compraventa
de una entidad son endosadas o cedidas
a favor de la compañía de factoring
para obtener flujo de caja.
Usualmente, esta operación se realiza
sobre facturas, pero también sobre
contratos en los que se descuentan

los flujos futuros. Esta práctica es muy
común entre los contratistas que realizan
trabajos, servicios, y especialmente
en contratos de infraestructura.
Una vez la compañía de factoring
tiene la factura en su poder, se encarga
de hacerle el cobro al comprador
tan pronto como se cumpla
el plazo que se pactó durante dicha
operación. Por lo regular, las facturas
se tranzan con vencimientos a
30, 60 y 90 días, aunque la empresa
de factoring puede aceptar un plazo
de hasta 180 días para realizar el cobro,
pero esto depende de la política
interna de la firma que esté prestando
este servicio de financiación. Para
el caso de los contratos, existen unos
plazos que normalmente oscilan entre
los 12 y 24 meses.
Ya, para que el negocio de factoring sea viable, deben
existir algunos requisitos y condiciones básicas; en primer
lugar, acordar un porcentaje de desembolso sobre el valor
de la factura, el cual se divide en dos componentes: descuento
y provisión. El descuento aplicado se determina
en función del mercado, más un margen comercial que
oscila entre el 5 y el 15 por ciento y su pago se efectúa en
el momento en que la empresa endosa su factura.
Las provisiones, por su parte, se sitúan en una banda que
oscila entre el 15 y 20 por ciento sobre el importe total
de las facturas, pero una vez el deudor ha cancelado la
totalidad del dinero a la compañía factoring, ésta regresa
nuevamente el valor por dicha provisión.
Esta provisión no tiene otro objetivo más que aminorar
el riesgo que corre la compañía de factoring por incumplimiento
de pago de factura dentro de fechas pactadas
pues, en caso que el deudor se retrase en cancelar, los
intereses que se generan por mora, se descuentan de ese
valor. Por ejemplo, determinada empresa vende una factura
que tiene plazo de cancelar a 90 días, por un valor
de 100 millones de pesos, de los cuales la firma factora
descuenta un 20 por ciento (provisión).
Resulta que el deudor se demora en pagar a la empresa
de factoring 30 días más del plazo pactado inicialmente,
entonces lo que hace esta compañía es deducir de la provisión,
los intereses que se generaron en esos 30 días de
mora, es decir que, al final de la operación, la entidad no
devuelve a su cliente un valor por 20 millones de pesos,
sino menos de esa cantidad de dinero, según corresponda
a los intereses que haya deducido.
Lo anterior significa que los intereses por mora los debe
asumir la empresa factorada y que, de igual manera, el
no pago de una factura es responsabilidad de la compañía
que solicita el servicio, claro está, que eso depende
del tipo de factoring aplicando. (Ver sección modalidades
de factoring).
Otro requisito tiene que ver con la documentación requerida
por la compañía factoring, la cual puede cumplir

cualquier empresa: formulario de vinculación diligenciado
y firmado por el representante legal, certificado de
cámara y comercio no mayor a 30 días, estados financieros
de los dos últimos años, fotocopia de las dos últimas
declaraciones de renta, fotocopia del RUT y extractos
bancarios. Los anteriores documentos son los que se solicitan
principalmente para ser estudiados por la compañía
factor y determinar la aprobación de la financiación.
Aunque la documentación sirve de soporte para que la
compañía factora analice el estado financiero de su cliente
y de esta manera, apruebe o no la compra de la factura,
dicha asentimiento también depende en gran medida
de la empresa o persona que cancelará la factura.
 Profesionales de Factoring, una compañía que desde hace un año
presta el servicio de factoraje en Bogotá, “En algunos
casos el factoring es un servicio que no sólo toma como
base las cifras y el soporte financiero de su cliente, sino
que también tiene en cuenta otros aspectos como la solidez
y el estado económico de la empresa a la cual le fue
vendido el producto (deudora) pues, finalmente, es la
responsable del pago de la factura”.
Un ejemplo claro de ello es el caso de un grupo de publicistas,
quienes obtuvieron una cuenta con una reconocida
empresa de lácteos para realizar el lanzamiento de
un nuevo producto y necesitaban dinero para contratar
personal de apoyo logístico y viáticos para desplazarse a
otras ciudades, según lo acordado con su cliente dentro
de la campaña publicitaria.
Para la empresa de factoring era claro que los publicistas
no contaban ni con dinero, ni con experiencia crediticia
para respaldar la financiación de su negocio, sin embargo,
al ver que la firma de lácteos contaba con una amplia
solidez y tradición en el mercado, la entidad factora
decidió aprobar el descuento de las facturas. Así, durante
cerca de seis meses, los jóvenes empresarios recibieron
cerca de mil millones de pesos de la entidad factora, dinero
que le fue liquidado por la compañía deudora, una
vez terminó el contrato.

 

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